El impulso cardíaco se origina en el nódulo sinoauricular (marcapasos cardíaco efectivo) y, a través de un sistema de fibras especializadas que constituyen sólo una pequeña parte de la masa muscular cardíaca, se desplaza por las aurículas, haciéndolo en primer lugar por la derecha. Ello es consecuencia de la ubicación de este nódulo: en la unión de la vena cava superior con la misma.
En su marcha normal, el impulso se dirigirá al nódulo auriculoventricular, y luego al haz de His que, con sus ramas derecha e izquierda se distribuirá por el endocardio -por la red de Purkinje- sobre ambos ventrículos. Las corrientes iónicas de cada uno de estos sectores tendrán características particulares: dos canales dependientes del calcio y otro del Na+. Las fibras que rodean a los nódulos se manifiestan con "respuestas lentas" (Ca++-dependientes), mientras que en el resto del corazón lo hacen con "respuestas rápidas" (Na+-dependientes).
Un mecanismo de acoplamiento excitación-contracción facilita que la despolarización de la membrana celular active la contracción muscular. En ese proceso interviene la regulación de la concentración intracelular del calcio y su interacción con las proteínas contráctiles. Este proceso depende de una compleja variedad de canales, intercambiadores y bombas de la membrana citoplasmática en relación con organelas citoplasmáticas que rodean a esas proteínas.
La fibra cardíaca responde al potencial de acción que determina su contracción de una manera muy distinta al músculo esquelético, lo que asegura un período refractario, es decir un intervalo durante el cual éstas no pueden volver a ser excitadas. Ello impide su tetanización, es decir que vuelva a ser reexcitada antes de haber finalizado su contracción, lo que generaría la detención de su trabajo como bomba impulsante-aspirante. En efecto, el potencial eléctrico tiene una duración casi tan prolongada como la contracción, mientras que en el músculo esquelético actúa sólo a modo de "disparador".
La refractariedad no es similar en todas las regiones del corazón: alcanza su máximo valor a la altura del nódulo auriculoventricular y de la red de Purkinje (protege de esta forma al ventrículo de estímulos precoces) y es menor en el nódulo sinoauricular. Estas diferencias le otorgan un comportamiento dinámico que incrementa las frecuencias lentas y viceversa y es la explicación de que un estímulo supraventricular prematuro pueda alcanzar el sistema His-Purkinje pero lo halle en período refractario.
La velocidad de conducción del impulso en sentido longitudinal (paralela al sentido de las fibras) es de tres a cinco veces más rápida que en sentido transversal. Este comportamiento de la fibra cardíaca ha sido denominado anisotropía. Varias razones anatómicas han sido encontradas para este hecho que, paradójicamente, determina que un estímulo prematuro se bloquee más rápidamente en sentido longitudinal que transversal. Otros hechos fisiológicos particulares, destacados por los investigadores de los trastornos de la conducción, muestran que la activación del ventrículo izquierdo es anterior a la del derecho y que la activación del septum posterior precede a la del anterior.
Estos sectores tendrán características particulares: dos canales dependientes del calcio y otro del Na+. Las fibras que rodean a los nódulos se manifiestan con "respuestas lentas" (Ca++-dependientes), mientras que en el resto del corazón lo hacen con "respuestas rápidas" (Na+-dependientes).
Un mecanismo de acoplamiento excitación-contracción facilita que la despolarización de la membrana celular active la contracción muscular. En ese proceso interviene la regulación de la concentración intracelular del calcio y su interacción con las proteínas contráctiles. Este proceso depende de una compleja variedad de canales, intercambiadores y bombas de la membrana citoplasmática en relación con organelas citoplasmáticas que rodean a esas proteínas.
La fibra cardíaca responde al potencial de acción que determina su contracción de una manera muy distinta al músculo esquelético, lo que asegura un período refractario, es decir un intervalo durante el cual éstas no pueden volver a ser excitadas. Ello impide su tetanización, es decir que vuelva a ser reexcitada antes de haber finalizado su contracción, lo que generaría la detención de su trabajo como bomba impulsante-aspirante. En efecto, el potencial eléctrico tiene una duración casi tan prolongada como la contracción, mientras que en el músculo esquelético actúa sólo a modo de "disparador".
La refractariedad no es similar en todas las regiones del corazón: alcanza su máximo valor a la altura del nódulo auriculoventricular y de la red de Purkinje (protege de esta forma al ventrículo de estímulos precoces) y es menor en el nódulo sinoauricular. Estas diferencias le otorgan un comportamiento dinámico que incrementa las frecuencias lentas y viceversa y es la explicación de que un estímulo supraventricular prematuro pueda alcanzar el sistema His-Purkinje pero lo halle en período refractario.
La velocidad de conducción del impulso en sentido longitudinal (paralela al sentido de las fibras) es de tres a cinco veces más rápida que en sentido transversal. Este comportamiento de la fibra cardíaca ha sido denominado anisotropía. Varias razones anatómicas han sido encontradas para este hecho que, paradójicamente, determina que un estímulo prematuro se bloquee más rápidamente en sentido longitudinal que transversal. Otros hechos fisiológicos particulares, destacados por los investigadores de los trastornos de la conducción, muestran que la activación del ventrículo izquierdo es anterior a la del derecho y que la activación del septum posterior precede a la del anterior.
La onda P (primera onda positiva) que representa la sístole eléctrica auricular, grafica la difusión del estímulo eléctrico desde el nódulo sinusal a las aurículas.
El recorrido horizontal isoeléctrico de P a Q representa el período que necesita el estímulo para pasar de las aurículas a los ventrículos recorriendo el sistema de conducción. Esta etapa es de reposo eléctrico, pues el estímulo recorre su vía sin exitar las fibras musculares. La difusión del estímulo de la musculatura ventricular está representada por el conjunto de ondas QRS.
El recorrido ST es el registro del período en el que los ventrículos están totalmente excitados. En este período, en el corazón no ocurre ninguna variación eléctrica, siendo la excitación difusa pero estática.
La onda T registra la relajación de los ventrículos con su regreso al estado de reposo.
Nombre: Gerardo A. Romero L.
Cédula: 17.207.444
Materia: Electrónica del estado Sólido.
Sección: 1
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